Al igual que Derek Redmond, tú y yo podemos llegar a donde querramos. Si ponemos a Dios en primer lugar en nuestras vidas y con nuestro esfuerzo, lo lograremos. No importa los obstaculos, no importa las circunstancias de la vida, no importa que problema estemos pasando y cuanto nos tardemos en llegar, lo importante es llegar.
¡Exito!
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